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Mantenimiento preventivo: ¿Por qué es clave para cuidar de tu propiedad?

hace 1 semana - Volver a las noticias

 

Mantenimiento preventivo: ¿Por qué es clave para cuidar de tu propiedad?

Uno de los errores más comunes que cometen muchos propietarios es subestimar la importancia del mantenimiento preventivo. Es fácil caer en la rutina de "esperar a que algo se rompa" para repararlo, pero esa estrategia puede resultar costosa a largo plazo. En cambio, el mantenimiento regular y preventivo permite detectar problemas antes de que se conviertan en emergencias, prolongando la vida útil de tu propiedad y asegurando su valor en el mercado.



Como administrador de propiedades, hemos comprobado una y otra vez que el mantenimiento preventivo no es un gasto, sino una inversión inteligente.

¿Qué es el mantenimiento preventivo?

El mantenimiento preventivo consiste en realizar inspecciones, ajustes, limpiezas y reparaciones periódicas a los sistemas, estructuras e instalaciones de una propiedad, antes de que ocurra una falla. A diferencia del mantenimiento correctivo (reaccionar a un problema ya existente), el preventivo busca evitar problemas futuros.


5 razones por las que el mantenimiento preventivo es clave

1. Preserva el valor de la propiedad

Una propiedad bien mantenida conserva su valor con el tiempo e incluso puede incrementarlo. Pinturas frescas, techos sin goteras, sistemas eléctricos en buen estado y una fachada cuidada son factores que impactan directamente en el valor de reventa o alquiler.

2. Evita gastos mayores a futuro

Un pequeño escape de agua que no se detecta a tiempo puede causar filtraciones, moho, deterioro de estructuras o daños eléctricos. Solucionarlo puede costar 10 veces más que haber hecho una revisión rutinaria del sistema de plomería.

3. Mejora la experiencia del inquilino

Un inmueble con mantenimiento adecuado reduce las quejas, mejora la calidad de vida de los ocupantes y genera relaciones más duraderas con los inquilinos. Inquilinos felices = menos rotación = menos gastos para ti como propietario.

4. Cumple con requisitos legales y evita sanciones

Hay ciertas revisiones (como las de gas, ascensores o instalaciones eléctricas) son obligatorias por ley. No cumplir con ellas puede implicar multas o incluso el cierre temporal de la propiedad.

5. Mayor eficiencia energética

Equipos de aire acondicionado, sistemas de calefacción, calderas y electrodomésticos trabajan mejor cuando reciben mantenimiento. Esto se traduce en menor consumo de energía y facturas más bajas para ti o tus inquilinos.


Consejos prácticos para implementar un buen plan de mantenimiento preventivo

✅ 1. Crea un calendario anual de mantenimiento

Agrupa las tareas por frecuencia: mensual, trimestral, semestral y anual. Incluye revisiones de plomería, electricidad, techos, pintura, áreas comunes, filtros de aire, entre otros.

✅ 2. Realiza inspecciones periódicas

Inspecciona visualmente techos, paredes, pisos, cañerías y sistemas eléctricos. Busca signos de humedad, grietas o desgaste inusual. Documenta todo y toma fotografías.

✅ 3. Contrata a profesionales calificados

No todo el mantenimiento lo puede hacer uno mismo. Algunos trabajos deben ser realizados por expertos certificados, como electricistas, técnicos o empresas de fumigación.

✅ 4. Mantén un registro de intervenciones

Llevar un historial de reparaciones, reemplazos y revisiones te ayudará a anticiparte a futuros problemas, presupuestar con más precisión y justificar inversiones ante futuros compradores o aseguradoras.

✅ 5. No olvides los espacios comunes (en propiedades multifamiliares)

En edificios o condominios, los espacios comunes como pasillos, ascensores, escaleras, portones y jardines también requieren atención regular. Su estado afecta directamente la percepción del edificio y su valor.


Ejemplos de tareas de mantenimiento preventivo más comunes

  • Limpieza de canaletas y desagües (evita filtraciones)

  • Pruebas del sistema eléctrico (evita incendios)

  • Revisión del sistema de gas (previene fugas peligrosas)

  • Mantenimiento de techos y sellados (previene goteras y humedad)

  • Revisión de cerraduras y sistemas de seguridad (protege la propiedad)

  • Control de plagas periódico (previene infestaciones costosas)

  • Pintura exterior cada 2 a 5 años (protege de la intemperie y mejora el aspecto)


Conclusión

El mantenimiento preventivo es una herramienta poderosa que todo propietario responsable debería implementar. Protege tu inversión, evita sorpresas desagradables, mejora la experiencia de los inquilinos y ahorra dinero a largo plazo. No esperes a que aparezca una fuga o se dañe el sistema eléctrico para actuar. Invierte en el cuidado constante de tu propiedad y verás los beneficios económicos y estructurales reflejados año tras año.

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ANDRÉS IBACACHE / IBACACHE PROPIEDADES

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